Author: Marta Álvarez Martín
•19:04


Los domingos me suelo pasar tooodo el día vagueando, tirada en la cama, con dolor de barriga y resaca. Es ya una costumbre, un ritual. Un domingo sin resaca no es un domingo.
Pero hoy me desperté sin ganas. Se estaba muy bien soñando. ¡Marta, las tres, a comer! ¡Arroz con curry y chipirones! Menos mal que está buena la comida. Anoche no pensaba quedarme dormida, eran las cuatro y estaba dando vueltas en la cama, pero últimamente no me apetece ni leer, ni escribir… no encuentro las ganas por ningún lado. Me quedé dormida por rutina, por cansancio.
Después de comer a la cama. Pero el dolor de barriga nada tenía que ver con la resaca. ¿Por qué no bebí anoche? El dolor de barriga es ese típico que te entra cuando quieres cerrar tu corazón a cal y canto, porque te estás dando cuenta de que te lo están atacando. Pero siempre se cierra demasiado tarde, cuando la flecha ya está clavada y el corazón sangrando.
No se si sabréis lo que es estar todo un domingo tirada en la cama, sin ganas de levantarte, sin ganas de nada, respirando por inercia. No sé si sabréis lo que es estar así, como todos los domingos, pero sin haber bebido alcohol la noche anterior. Hay que beber siempre los sábados noche…
|
This entry was posted on 19:04 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.