Author: Marta Álvarez Martín
•21:44

Es increíble. Lo que está sucediendo en el mundo parece una película de ciencia ficción barata. Pero lo más espeluznante es que nadie parece preocupado al respecto. No creo que sea porque al hombre no le importe el planeta donde vive, o por lo menos no quiero creer eso. En realidad se trata de un tema peliagudo, con muchísimos intereses económicos de por medio, que muchos quieren relegar a un segundo plano, y ahora es el momento ideal para ello porque estamos demasiados ocupados con la crisis económica. Pero los hechos son los hechos. Y, desgraciadamente, hay cosas más importantes en el mundo que vivir con menos dinero.

Es la vida misma la que está en juego. Señores, el cambio climático es una realidad inexorable, que nos afecta día tras día. Esto ya lo sabemos todos. Pues bien, no sé si algunos de ustedes ya sabrán que el Ártico está sufriendo de manera especial este cambio. Se está derritiendo, día a día, a un ritmo creciente. Y a nuestros dirigentes políticos y a nuestros dirigentes económicos, auténticos mandatarios de nuestro sistema, se les ha ocurrido una fabulosa idea. Una idea espléndida, como todas las grandes ideas de los hombres, y han visto en el Ártico el Dorado del siglo XXI.

“El Pasaje Noroeste del Ártico se ha abierto totalmente a causa del deshielo, dejando la vía abierta a una ruta entre Europa y Asia deseada durante mucho tiempo pero históricamente impracticable”, dijo la Agencia Espacial Europea. ¡Una nueva ruta marítima! El Polo Norte se derrite, y ellos, en vez de intentar subsanar el problema, en vez de organizar una cumbre de verdad para frenar el cambio climático, brindan con champán porque ahora habrá una nueva ruta marítima. Estados Unidos, Rusia, Canadá, Noruega y Dinamarca están ahora repartiéndose políticamente el territorio del Ártico. ¡Qué grande es la Humanidad! El Polo Norte se derrite, y los hombres solo ven su oportunidad para buscar nuevos yacimientos de gas y petróleo.

Y mientras tanto, ¿nadie ha pensado en el cambio que puede suceder en las corrientes marinas, de las que depende toda la vida del mar?, ¿nadie ha pensado en las consecuencias climáticas?, ¿es que nadie ha pensado en el peligro que corre el ciclo entero de la vida?

Queridos hermanos, a nuestra generación no le ha tocado la heroica guerra por la libertad de expresión, ni la lucha por la soberanía popular, ni perseguir el sueño de una humanidad unida imperialmente. Nos ha tocado el capítulo más oscuro y más absurdo de la Historia: el de la lucha del hombre contra el hombre mismo.

Y, como este es mi blog, me permito el lujo de dar un consejo a mis coetáneos: No hagan caso de todos esos libros de biología y psicología: el hombre nunca ha sido inteligente, siempre ha sido el más estúpido de todos los animales terrestres, condenado desde el momento en que se reconoció a sí mismo en el reflejo de las cristalinas aguas de un río, olvidándose de todo lo demás.

Author: Marta Álvarez Martín
•5:40

No era la primera vez que escuchaba una cosa así. El pasado 21 de Agosto, en el documental China del revés, emitido durante el programa La noche temática de TV2, se repetía y se insistía en la idea de la creciente “occidentalización” de la juventud y cultura de Oriente. Ese siempre ha sido el gran miedo oriental. Lo decía la profecía tibetana: el extranjero traerá la desgracia. Y la trajo.

Sí, Oriente se occidentaliza en cierta medida y forma, y yo no pude evitar preguntarme: ¿qué pasa con la orientalización de Occidente? Confucio ya no está tan moda en China. Pero, ¿acaso el Papa o la Iglesia católica siguen estando de moda en Italia? Yo, en este último año en el que estado viviendo allí, no he oído hablar del cristianismo en los bares y en las discotecas.

Me encanta visitar las librerías y los quioscos de prensa. A parte de por mi afición a la lectura, porque son un fiable indicador de las tendencias sociales. Id al quiosco y mirad cuántas revistas de historia hay, y luego comprobad desde cuando tiene tanta relevancia el tema de la memoria histórica en nuestro país y cuánto tiempo llevan esas revistas en los estantes. Id a la librería y preguntad cuál es uno de los géneros más vendidos y en auge en nuestro país (sí, me refiero a la novela histórica, o pseudo-histórica). Mirad las publicaciones económicas que hay en el mercado, y todos esos libros intentando explicar la economía. Antes de la crisis nadie se preocupaba por saber cómo funcionaba el mundo, y la información económica vivía felizmente en humildes secciones de periódicos generalistas. La raíz de nuestra cultura, de nuestras preocupaciones y de nuestras tendencias están en las librerías y en los quioscos.

¿Y qué pasa con los valores sociales? Llena de curiosidad, fui al quiosco a comprobarlo. Y vi, junto a las revistas de historia, todo un estante de revistas y publicaciones de modos de vida. Mente Sana, Saber Vivir, Yoga Journal. En ninguna de esas revistas se hablaba de Jesús ni de los diez mandamientos. Y, por el contrario, cada vez aparecían más artículos sobre modos de vida orientales. Yoga, pilates, meditación. Incluso medicina tradicional china. ¿Y en las librerías? ¡Sorpresa, toda una nueva sección: autoayuda! ¿Y qué dicen los libros de esa sección? Algunos hablan de las parábolas de Jesús, pero no dicen nada de la institución Iglesia, ni del infierno de los pecadores. Por el contrario, hay libros y libros sobre el zen, el budismo, el feng-shui. No es el Papa nuestro autor espiritual más vendido, es Osho. ¡Qué curioso!

Y claro, tras el hallazgo, aparecen nuevos interrogantes: ¿cuál es el verdadero papel de la institución Iglesia en nuestras vidas? o mejor, ¿por qué va a parar una parte de nuestros impuestos a dicha institución?, o, ¿por qué hay tantas iglesias y tan poca gente dentro de ellas y tanta gente viviendo en pisos de 50 metros cuadrados?; ¿cuál es nuestra identidad cultural hoy en día?, o mejor, ¿estamos perdiendo nuestros valores o los estamos actualizando?; ¿es Oriente la que se occidentaliza o es Occidente la que se orientaliza?, o mejor, ¿la globalización nos enriquece o nos empobrece?

Demasiados interrogantes. De todo esto yo solo tengo claro que:

1. La Iglesia no me aporta ni me ha aportado nada en mi vida como ser moral, a pesar de haber estado 10 años en un colegio católico. Mi curiosidad hacia la Biblia ha venido muchos años después, a raíz de las enseñanzas de mis profesores ateos de historia y literatura. Vaya paradoja.

2. Mi identidad como persona ha ido cambiando y cambiará a lo largo de mi vida, porque yo misma estoy en un constante cambio. Tengo muy poco que ver con la persona que era hace 5 años, y, más allá de estar alarmada o preocupada por quién seré dentro de otros 5, estoy serena y tranquila porque sé que sabré adaptarme a los nuevos tiempos, como he estado haciendo hasta ahora.

3. La cultura, filosofía y perspectiva oriental ha enriquecido enormemente mi vida y mi visión del mundo. Me alegro muchísimo de vivir en una época en la que es posible tener a la Biblia, el Corán, el Mahabharata, las enseñanzas de Buda y El origen de las especies en la misma estantería.

Después de esto, querido lector, saque usted sus propias conclusiones. O, si lo prefiere, no pierda el tiempo pensando y haga como Aznar: échele la culpa a Estados Unidos de poner en peligro al Mundo Occidental.



P.d.: En la imagen, Shiva, tercer dios de la Tri-murti india, en plena danza destructiva. Según la tradición india, Shiva es una de las personalidades del dios primero, Brahman, formado por Brahmā, el creador, Vishnú, el preservador y, Shiva, el destructor. Ambas personalidades o dioses se complementan y hacen posible que nuestro mundo esté siempre vigente.