Author: Marta Álvarez Martín
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En la idolatrada cultura norteamericana a la que nos tienen tan acostumbrados los medios de comunicación resuenan con soltura términos como el honor, la valentía, el mérito, el patriotismo, la lucha por la amada patria. No se cual será realmente su amada patria, esa a la que veneran, si se referirán al cacho de tierra que cada día destruyen con gases de efecto invernadero o a los valores que sus políticos defienden, esos valores con los que justifican con convencimiento el acto heroico de sus guerras. A lo que vamos: que a raíz de esta sobrecultura americana (perdón, norteamericana) que acontece en el panorama de los medios surge ahora en España una especie de intento de implantación de dichos valores en nuestra sociedad. Hasta ahí muy bien, si es que la cosa no pasara de ahí; pero pasa. Porque detrás de todo esto están, como no, los políticos. Esos sinvergüenzas que día tras día nos dan más pruebas de la evidencia de que la política española está, real y gravemente, en crisis. Pues no nos quieren solo inculcar esa fuerza de unión que compartimos, para bien o para mal, por cuestiones de cercanía espacio-temporal para cohesionarnos. Sino que lo que pretenden en última instancia es dominarnos, a nosotros también, a través de la política del terror que tanto pavor y tanta efectividad causa en la "tierra de las oportunidades". Pues no nos engañemos, que, hasta hoy, manda por encima de todo el gran "poderoso caballero". Y que no somos tan ilusos ni estamos aún tan desesperados. Que nosotros tenemos ya bien sabido que al amor por la tierra solo se puede llegar mediante el respeto a la misma. Y también sabemos que, desgraciadamente, hoy en día los patrióticos del siglo XXI están, como tantos otros pobres desgraciados, en peligro de extinción.