Author: Marta Álvarez Martín
•22:59

Hace muchos años había un patio enorme lleno de colores, juegos, historias y días interminables. Era el lugar más deseado de la mañana, el paraíso de todos nosotros, los que soñábamos con él todos los días, a las 11.15 de la mañana, mirando cada minuto aquel reloj que nos habían enseñado a interpretar recientemente.
Ahora, aquel patio sólo vive en el recuerdo de quienes lo pisaron. Sólo queda de él aquellos trazos pintados en el suelo; antes laberintos, ahora simples rayas. Aquella fuente llena de agua, que ahora yace seca. Aquel gigantesco árbol que nos daba sombra, y que ahora apenas consigue proteger de los rayos nuestros pies y nuestras manos.
El patio está ahí, pero ya no es el mismo. Ya no hay niños sobre él, pues ahora sobre él descansa sólo una botella vacía de whisky y un puñado de vasos rotos. Ahora, el patio sólo tiene un par de pasos de largo, y hace mucho que nadie ve por allí aquella bendita inocencia que lo resguardaba del tiempo.
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[ Foto: "Entre rejas" (Patio del colegio "Villa de Brest", Cádiz). Todas las fotos publicadas en este blog han sido tomadas y retocadas por Marta Álvarez Martín.]
Author: Marta Álvarez Martín
•0:52

Tras la mirada regresiva del descontrol, despierta la conciencia de su letargo. Largas horas en la cama, pensando en los restos de las botellas bebidas ayer, intentando rehacer la cuenta que se perdió a media noche. Luego llega el resentimiento, ese maldito y absurdo resentimiento cuyo valor está en subasta pública. El porqué de lo uno, el porqué de lo otro, de todas esas cosas que hicimos sin pensar. A continuación, el miedo y el pudor que nos causa llegar a ser nosotros mismos, llegar a ser el tipo de persona que somos cuando no analizamos nuestros actos. Miedo a ser un perdedor o a ser un vagabundo del universo, alguien que aun no ha encontrado sitio en el alocado globo llamado mundo. Parece, entonces, tan difícil tener la conciencia tranquila, poder tocar, aunque sea rozar, el karma. Que lejos se ve todo ello cuando en tu mente solo aparecen los recuerdos del ayer menos afortunado.
Maldito puede llegar a ser el tiempo a veces, el vivido y el por vivir. Y también el que estamos viviendo, desdichado a causa de la pena que los demás le causan.
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[Foto:"Resaca". Todas las fotos publicadas en este blog han sido tomadas y retocadas por Marta Álvarez Martín]
Author: Marta Álvarez Martín
•0:40

Una vez más, dando vueltas en mi cama, me vence la necesidad de hacer callar al pensamiento, y al miedo que impide mi sueño. Desvelos e insomnio a causa de una mente a la que no le gusta mucho descansar. Mañana, se supone, debe ser un día especial. Otros años considerado como “el mejor día del verano”, pero realmente no sé que pasará mañana, aunque intuyo y temo que será uno más, tan decepcionante como otros días que fueron especiales en años pasados y que en este no han tenido la fortuna de serlo. Mañana, “Barbacoa del Carranza 2007”. ¿Será una noche mágica?
Es nuestra mirada, que cambia colores a su antojo. Y yo vuelvo a preguntarme por qué cambiarán tanto las cosas de un año para otro. Es la misma barbacoa, la misma gente, los mismos fuegos… ¿Por qué, entonces, es todo tan distinto?
Algunos seguimos muy unidos, y otros tan separados. Ni una llamada por mi parte, ni una por la suya, que me llamen ellos, que llame ella… y el tiempo va pasando y va abriendo brechas que probablemente nunca lleguen a cerrarse. Te paras a pensar y te das cuenta de que todo es tan estúpido… que lástima.
No se muy bien por qué, pero la vida va cambiando de colores. Noches inolvidables que se vuelven monótonas, amistades inseparables que se van enterrando bajo polvo. Días en los que fuiste la estrella, y en los que ahora eres un grano de arena perdido en un inmenso desierto. Y es así como te sientes. Es así como me siento en noches como esta. Como una montaña que se quebró y se convirtió en granito, y que ahora se haya perdido en la noche y en un interminable océano de temores y reproches. Y te preguntas el por qué. Por qué has fallado, que has podido hacer mal. Pero no te queda otra cosa que aceptar de la mejor manera tu derrota, y buscar algo en el enorme desierto que te haga recuperar ese brillo que una vez tuvo tu mirada. Intentar, por dios, no perder la esperanza de aquellos maravillosos años.
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[Foto: "Niños jugando" (La Caleta, Cádiz). Todas las fotos publicadas en este blog han sido tomadas y retocadas por Marta Álvarez Martín]
Author: Marta Álvarez Martín
•0:33

En un principio, parece que nuestro mundo está lleno de cadenas, fronteras y prisiones. Nuestra mente vive encerrada en nuestro cuerpo; nuestro cuerpo, entre las cuatro paredes de una oficina, de una sala de estudios, de una ciudad amurallada por humos y ruido. Bajo la condena de nuestros prejuicios, de todo lo que la sociedad nos impone. Sería lógico, entonces, que estas palabras salieran desde mi celda. Pero no hay que dejarse seducir por las apariencias, puede ser muy peligroso. No nos engañemos, las fronteras no existen, tampoco las diferencias. El escribir no encierra, libera. Ya no tenía sentido escribir desde una celda creada por un instinto mediocre. El mundo existe, y nos está esperando. Es inevitable romper nuestras propias murallas, vagar como alma libre, como materia esparcida por el universo. Todo es movimiento, todo es Libertad. El mundo siempre es mucho más grande; la realidad, más misteriosa que todos nuestros sueños. ¿Cuánto esperarás en el andén?
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[ Foto: La caleta (Cádiz). Todas las fotos publicadas en este blog han sido tomadas y retocadas por Marta Álvarez Martín]